Partiendo de la idea de que la religión es única y define unas reglas morales con respecto al comportamiento humano. Estas creencias, con la experiencia, la observación del entorno y las interacciones sociales han hecho creer en la existencia de deidades (asociadas a elementos de la naturaleza terrestre ó de astros y/o figuras humanoides que con la idea del bien y el mal, se les ha otorgado el poder de castigar o premiar. La superstición ha hecho que el trato entre seres divinos y hombre pasara de preguntar ayuda y orientación para sus quehaceres diarios a realizar prácticas rituales dando muerte a animales ó humanos, con el objeto de conseguir favores de tales divinidades. ¿Quién no conoce a alguien (católico) que, en sus oraciones, no ofrece algún sacrificio (dejar de comer dulces, no realizar sexo, hacer algo que le cuesta esfuerzo en favor de otras personas, ya sea, por ejemplo ayuda personal o monetaria) a cambio de mejorar en su vida? De la interacción con la religión, con el tiempo, y experiencias con deidades diversas, han surgido ideas de magia y lo sobrenatural.
Existieron tres grandes bloques de religiones politeístas: En Ásia con el Hinduísmo, en Egipto (que influyó en Babilonia, Grecia, Roma y Persia) y en América con la cultura maya y el mundo celta en casi toda Europa.
Las religiones celtas eran politeístas y se practicaban en Europa durante la Edad de Hierro. Los antiguos celtas consideraban sagrados ciertos lugares como manantiales, fuentes de ríos y bosques, que eran fundamentales en sus rituales y creencias. Aunque la falta de registros históricos complica el estudio de sus deidades y prácticas, la arqueología y las narraciones de autores clásicos han permitido reconstruir aspectos de su religión, incluyendo sus dioses principales y sitios sagrados. En el contexto celtibérico, se han documentado detalles sobre sus ritos y creencias a través de textos antiguos y hallazgos arqueológicos.
Las bases del hinduísmo son El hinduismo es una de las religiones con más seguidores del mundo. Surgió en el subcontinente indio a partir de la religión védica desarrollada en torno al 1500 a. C. y es actualmente una de las religiones más complejas y diversas. El hinduismo carece de un cuerpo único y estructurado de creencias y de prácticas, contiene interpretaciones politeístas, monoteístas y panteístas, y constituye en gran medida una filosofía de vida.
El hinduismo es la religión mayoritaria en la India, Nepal, Mauricio y la isla de Bali (en Indonesia) y cuenta con más de mil millones de fieles en todo el mundo, muchos de ellos en países como Bangladés, Pakistán, Sri Lanka, Malasia, Myanmar, Estados Unidos y el Reino Unido. Además, muchas prácticas hindúes se difundieron por Occidente a lo largo del siglo XX sin que sus practicantes se adhieran necesariamente al hinduismo, como el yoga.
El hinduismo no es una religión uniforme con una sola estructura jerárquica y organizada, sino un conjunto diverso de prácticas y creencias que suelen centrarse en ideas como la espiritualidad, el dharma (la ley que dicta las conductas correctas), el karma (la energía derivada de los actos de una persona)y el samsara (la reencarnación). Tampoco tiene un fundador histórico ni un líder religioso ante los fieles de todo el mundo, ni hay una iglesia hinduista equiparable a la Iglesia católica.
Sin embargo, existen templos hindúes (llamados mandires), se realizan rituales o peregrinaciones y se veneran deidades (una o varias, según la corriente). Algunas de las principales divinidades hindúes son Brahma, Shiva, Visnú (y sus avatares Krishna o Rama), Ganesha, Kali y Devi. Algunos ritos o enseñanzas quedan a cargo de sacerdotes o guías espirituales y son frecuentes las prácticas de meditación y el vegetarianismo (de hecho, las vacas son consideradas sagradas).
Para el hinduismo, además, son sagrados algunos antiguos relatos épicos y mitológicos, como el Ramayana y el Mahabharata, y diversos textos rituales o filosóficos. Sin embargo, solo se reconoce el carácter de revelación eterna a los Vedas (textos litúrgicos compilados a lo largo de los siglos, cuyas composiciones más antiguas datan probablemente de 1500 a. C.).
El taoísmo es una filosofía y religión originaria de China siglo VI a.c., que se centra en vivir en armonía con el Tao, que se traduce como "el camino" o "la vía". Esta tradición, atribuida a c, se desarrolló a partir de la religión popular y ha influido en la vida cultural, social y espiritual de Asia y Occidente durante milenios. El taoísmo abarca una variedad de prácticas y creencias, promoviendo la idea de seguir el flujo natural de la vida y actuar de manera espontánea en armonía con el universo.
Hay un flujo en el universo que se llama tao. El tao fluye lentamente, pero nunca para, manteniendo las cosas del universo en orden y equilibrio. Se manifiesta a través de cambios de estaciones, ciclos vitales o mutaciones de poder u orden. El tao es la ley de todo. El que sigue al tao se hace uno con el tao. Además, conviene comprender el chi (término chino para ‘vapor, aliento o energía’), porque el chi y el tao van de la mano, ya que el chi es la energía que circula en el universo, por lo que se puede decir que el tao es flujo de chi.
El budismo es una religión y filosofía espiritual que surgió en la India entre los siglos VI y IV a.C., basada en las enseñanzas de Siddhartha Gautama, conocido como Buda. Se caracteriza por buscar el nirvana, un estado de paz y libertad que se logra al superar el sufrimiento (dukkha) y el ciclo de renacimientos (samsara). El budismo no es teísta, lo que significa que no se centra en un dios todopoderoso, sino en la búsqueda de la paz, la armonía y el equilibrio en la vida (clave para conseguirlo es seguir el texto que se define por "octuple sendero" que describe la conducta a seguir). Actualmente, es la cuarta religión más grande del mundo y tiene diversas ramas y prácticas que se han desarrollado a lo largo del tiempo.
La religión en la antigua Roma ocupa un lugar fundamental en la historia de la civilización romana, no solo por su influencia en la vida cotidiana de los ciudadanos, sino también por su interacción con otros aspectos sociales, políticos y culturales. Desde los tiempos de la fundación de Roma en el 753 a.C., hasta la expansión del Imperio Romano y el eventual establecimiento del cristianismo como religión oficial, el panorama religioso experimentó transformaciones significativas que reflejan el dinamismo de la sociedad romana. Entre las principales deidades destacaban Júpiter, dios del cielo y rey de los dioses; Juno, diosa del matrimonio y esposa de Júpiter; y Marte, dios de la guerra, quien también se consideraba protector de Roma.
Con el transcurso del tiempo y la expansión territorial de Roma, las influencias de otras culturas fueron prevalentes, siendo la más notable la griega. A medida que Roma conquistaba tierras en Grecia y otras regiones del Mediterráneo, adoptó y adaptó muchos de los mitos y dioses griegos, integrándolos en su propio panteón. Por ejemplo, Zeus se convirtió en Júpiter, y Atenea fue asimilada como Minerva.
La figura de Jesús, su vida y muerte impulsó el cristianismo que practicaban sus seguidores. El cristianismo se extendió por todo el imperio romano temprano, a pesar de las persecuciones debido a conflictos con la religión del estado (el paganismo). En 313, las persecuciones se redujeron a causa de la legalización del cristianismo por parte del emperador Constantino I. En 380, bajo el emperador Teodosio I, el cristianismo se convirtió en la religión oficial del Imperio romano por el decreto del emperador, que persistiría hasta la caída del Imperio de Occidente, y más tarde, con el Imperio romano de Oriente, hasta la caída de Constantinopla. Durante este tiempo (el período de los Siete Concilios Ecuménicos) se consideraron cinco patriarcados (jurisdicciones dentro de la Iglesia católica) según Eusebio: Roma, Constantinopla, Antioquía, Jerusalén y Alejandría, conocido como la Pentarquía.
Después de la destrucción del Imperio romano de Occidente, la Iglesia en Occidente fue un factor importante en la preservación de la civilización clásica, estableciendo monasterios, y los misioneros que envían para convertir a los pueblos del norte de Europa, en cuanto a Irlanda en el norte, aunque se cultivó la influencia del arrianismo que es una doctrina religiosa cristiana fundada por Arrio, un presbítero de Alejandría de principios del siglo IV d.C. que se caracterizó por negar la condición divina entre Jesús y Dios. En este sentido, el arrianismo no cree en la trinidad Padre, Hijo, Espíritu Santo.
El catolicismo es la rama más numerosa del cristianismo, con aproximadamente 1390 millones de seguidores en todo el mundo. Se basa en las enseñanzas de Jesucristo y en la tradición apostólica, considerándose a sí mismo como la única comunidad cristiana que deriva de la iglesia encomendada por Cristo al apóstol San Pedro, cuyo sucesor es el papa. Esta religión tiene sus orígenes en el siglo I d.C. y se caracteriza por su estructura jerárquica, donde el papa es la máxima autoridad. Además, el catolicismo enfatiza la importancia de los sacramentos, la liturgia y la interpretación de la Biblia en la vida de sus fieles.
El catolicismo se basa en la creencia en un único Dios, en el dogma según el cual Jesucristo es el Hijo de Dios y especialmente en los evangelios que tratan la vida de Jesús.
La Iglesia ortodoxa se considera la heredera de todas las comunidades cristianas de la mitad oriental del Mediterráneo, reclamo no aceptado por las Iglesias ortodoxas orientales. Su doctrina se estableció en una serie de concilios, de los cuales los más importantes son los siete «concilios ecuménicos», que tuvieron lugar entre los siglos IV y VIII. Tras varios desencuentros y conflictos, el 16 de julio de 1054 la Iglesia ortodoxa y la Iglesia católica se separaron en el llamado «Cisma de Oriente y Occidente».
Tras caer el imperio romano de occidente el imperio de oriente sigue fuerte entorno a Constantinopla.
El cristianismo ortodoxo se difundió por Europa Oriental gracias al prestigio del Imperio bizantino y a la labor de numerosos grupos misioneros.
En este imperio se funda la Iglesia ortodoxa, formalmente llamada Iglesia católica apostólica ortodoxa, es una comunión cristiana, cuya antigüedad, tradicionalmente, se remonta a Jesucristo y a los doce apóstoles, a través de una sucesión apostólica nunca interrumpida. Cuenta con entre 225 y 300 millones de fieles en todo el mundo.
La Iglesia ortodoxa está constituida por catorce o, según algunas de ellas, quince Iglesias autocéfalas, las cuales, aunque mantienen entre sí la unidad doctrinal y sacramental, son gobernadas por una jerarquía independiente encabezada por un patriarca, arzobispo o metropolitano (por ejemplo, el patriarca de Alejandría, de Antioquía, de Jerusalén, etc.) que hace de autoridad suprema en su propia Iglesia, reconociendo un primado de honor al patriarca de Constantinopla.
El término «sintoísmo» significa «camino de los dioses» y es la religión más antigua de Japón. Los conceptos clave del sintoísmo son la pureza, la armonía, el respeto familiar y la subordinación del individuo al grupo.
A diferencia de muchas otras religiones, el sintoísmo no tiene un fundador reconocido. Los pueblos del antiguo Japón tenían creencias animistas desde hacía mucho tiempo, adoraban a los antepasados divinos y se comunicaban con el mundo de los espíritus a través de chamanes; algunos elementos de estas creencias se incorporaron a la primera religión reconocida que se practicó en Japón, el sintoísmo, que comenzó durante el periodo de la cultura Yayoi (hacia el 300 a.C.-300 d.C.). Por ejemplo, se atribuyó divinidad a ciertos fenómenos naturales y accidentes geográficos. Los más evidentes son la diosa del sol Amaterasu y el dios del viento Susanoo. Los ríos y las montañas eran especialmente importantes, sobre todo el monte Fuji, cuyo nombre deriva del nombre ainu «Fuchi», el dios del volcán.
En el sintoísmo, los dioses, espíritus, fuerzas sobrenaturales y esencias se conocen como kami , y se cree que gobiernan la naturaleza en todas sus formas y habitan en lugares de especial belleza natural. Por el contrario, los espíritus malignos o demonios (oni) son en su mayoría invisibles y algunos se representan como gigantes con cuernos y tres ojos. Su poder suele ser temporal y no representan una fuerza maligna inherente. Los fantasmas se conocen como obake y requieren ciertos rituales para alejarlos antes de que causen daño. Algunos espíritus de animales muertos pueden incluso poseer a los humanos, siendo el peor el zorro, y estos individuos deben ser exorcizados por un sacerdote.
El Islam es una religión monoteísta que se originó en la península arábiga en el siglo VII d.C. Su fundador, el profeta Mahoma, recibió revelaciones divinas que se recopilaron en el Corán, considerado la palabra de Dios. El Islam enseña que Dios es único y misericordioso, y sus seguidores, conocidos como musulmanes, se identifican principalmente con dos ramas: el islam sunita y el islam chiita. Es una de las religiones más grandes del mundo, con millones de fieles distribuidos en diferentes países.
Los eruditos islámicos definen al islam como: «La sumisión a Dios el Altísimo a través del monoteísmo, la obediencia y el abandono de la idolatría», es decir, la versión completa y universal de una fe primordial que fue revelada muchas veces antes a través de profetas como Adán, Abraham, Moisés y Jesús. Los seguidores del islam se denominan musulmanes. Creen que Mahoma es el último de los profetas enviados por Dios y sello de la Profecía. El libro sagrado del islam es el Corán, que según los musulmanes fue dictado por Alá a Mahoma a través del arcángel Gabriel y es considerado por ellos, escrito en árabe, como la revelación final e inalterada de Dios.
El Renacimiento italiano fue un período de grandes cambios y logros culturales, marcado en Italia por una orientación clásica y un aumento de la riqueza a través del comercio mercantil. La ciudad de Roma, el Papado y los Estados Pontificios se vieron afectados por el Renacimiento. Por un lado, fue una época de gran mecenazgo artístico y magnificencia arquitectónica, donde la Iglesia apoyó a artistas como Miguel Ángel, Brunelleschi, Bramante, Rafael, Fra Angélico, Donatello y Leonardo da Vinci.
El Concilio de Constanza en 1413 confirmó el fortalecimiento de la concepción medieval tradicional de iglesias e imperios. No abordó las tensiones nacionales o las tensiones teológicas que se habían suscitado durante el siglo anterior. La agitación histórica suele dar lugar a muchas ideas nuevas sobre cómo debe organizarse la sociedad. Este fue el caso que llevó a la Reforma Protestante. Tras el colapso de las instituciones monásticas y el escolasticismo en la Europa medieval tardía, acentuado por el «cautiverio babilónico» del papado de Aviñón, el Gran Cisma y el fracaso del movimiento conciliar, el siglo XVI vio el fomento de un gran debate cultural sobre las reformas religiosas y, más tarde, los valores religiosos fundamentales
El protestantismo en un proceso que se denomina la Reforma protestante. Desde entonces, los protestantes niegan el primado del apóstol Pedro y por consiguiente la sucesión apostólica de los obispos de Roma y la eficacia de los sacramentos. Los protestantes creen en el sacerdocio de todos los creyentes, la salvación solamente por la fe y no por las buenas obras, y la autoridad suprema de la Biblia por encima de la tradición apostólica.
El anglicanismo es una rama del cristianismo que se originó en Inglaterra en el siglo XVI durante la Reforma Protestante. Fue establecido por el rey Enrique VIII, quien rompió con la Iglesia Católica Romana y fundó la Iglesia de Inglaterra, convirtiéndose en su líder supremo, en lugar del papa de Roma. El anglicanismo se caracteriza por su combinación de elementos de la tradición católica y la reforma protestante, y se organiza en una comunión de iglesias que están en plena comunión con el arzobispo de Canterbury.
En el siglo XVIII las ideas ilustradas pero, sobre todo, los procesos revolucionarios y el triunfo del liberalismo en Europa tuvieron un claro impacto sobre las creencias religiosas en el siglo XIX. En Europa occidental comenzó a extenderse la idea de que la religión era un asunto personal que no tenía por qué encuadrarse en la pertenencia a una determinada confesión o iglesia. La indiferencia religiosa aumentó entre la población europea durante el siglo XIX, aunque las confesiones religiosas mantuvieron su peso en el mundo rural. Los cambios revolucionarios impactaron fuertemente en las confesiones religiosas, especialmente en la Iglesia Católica, que vio como los nuevos Estados liberales menoscabaron su poder económico -desamortizaciones de sus propiedades- y sus privilegios. Por otro lado, el Estado liberal se atribuyó funciones que en el Antiguo Régimen desempeñaba fundamentalmente la Iglesia, como la educación y la asistencia social. Este proceso supuso una evidente secularización de la vida política y social en Europa. También, creció el anticlericalismo, es decir, el pensamiento completamente contrario a la Iglesia Católica y que, en algunos momentos, derivó en acciones violentas.
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